Melnik
Situado en las pendientes del suroeste de la montaña Pirin, Melnik es la ciudad más pequeña de Bulgaria. Es una ciudad museo, patrimonio cultural e histórico. El clima de Melnik es agradable y beneficioso para el tratamiento de enfermedades del pulmón, riñón y reuma.
Melnik es la muestra de una increíble naturaleza: rocas, legendaria historia, cultura y vino.
Son admirables las blancas casas, acurrucadas una encima de otra, con sus esbeltas terrazas y silenciosos patios, sumergidos en el verdor y la tranquilidad de una antigua gloria.
Muy pocos saben que el actual pueblo, escondido entre las colinas, fue un importante centro económico y espiritual., con más de 25.000 habitantes, alrededor de 1300 casas y más de 70 iglesias. Probablemente los antiguos tracios pusieron los cimientos. Por las calles empedradas consecutivamente se alinean los pasos de eslavos, búlgaros, griegos, latinos, turcos …
Además de historia y arquitectura, Melnik es también vino. En las pirámides de arena, que lo rodean por todos lados, encontramos excavadas típicas bodegas donde madura, reposa y se conserva el famoso vino de Melnik.
Es difícil encontrar la misma tecnología en otro lugar. En Turquía, en las lejanas Francia y España han gustado del sabor de esta bebida, espeso y reposado vino.
En este momento tiene 230 habitantes, pero la ciudad posee un enorme potencial para el desarrollo del turismo.
La atmósfera antigua es irrepetible y traslada a los visitantes a la grandeza de los siglos pasados.
Las antiguas casas de Melnik impresionan por su rica arquitectura, por sus bodegas, por su orden. Las más famosas son: la casa de Cordopulo (la más grande de la Península Balcánica del renacimiento búlgaro) con sus únicos frescos y su enorme bodega; la casa Boliarda (la más antigua que se conserva en Bulgaria). De gran interés son también las ruinas del monasterio “San Nicolás” (s. XII), la fortaleza de Slav (s. XIII-XIV), el puente romano, el antiguo baño turco, junto con varias iglesias que en el pasado fueron 75.
Aquí se encuentran las formaciones más extrañas de tierra, compuestas de arena blanca: las pirámides de Melnik. A lo largo de los siglos la erosión ha esculpido este extraño mundo en una superficie de 17 kilómetros cuadrados. Con la ayuda de la imaginación usted puede reconocer setas gigantes, antiguas torres, obeliscos.
Cerca de la ciudad está situado el monasterio de Rozhen, un centro de la fe cristiana y de las artes, y a 20 km al noreste están Rupite, que se dice es una zona de gran concentración de energía cósmica y donde está también enterrada la vidente más famosa de Bulgaria: la abuela Vanga.