Bulgaria – Mitos y leyendas
En la tradición popular búlgara se guardan creencias en seres extraordinarios con los que uno se tiene sobre todo una relación poética o lingüística común. Son seres míticos que se relacionan casi siempre con la naturaleza. Cuando las personas los atraen se presentan como seres amigables o malignos. En este último caso son equivalentes a los demonios y producen repugnancia.
Entre este tipo de seres se encuentran las samodivas. Normalmente son chicas de pelo rubio, a veces con alas. Su fuerza se oculta en la ropa que llevan. Si se les quita, se hacen dependientes de la persona. Esta ropa se parece al plumaje de los pájaros porque está adornada con plumas. Según las creencias populares las samodivas viven en los bosques, en parajes montañosos y salvajes, normalmente Pirin, Vitosha, Rila y Stara planina (los Balcanes). Estos seres tienen poder sobre los pozos, los ríos y los lagos y pueden parar las aguas, es decir, llamar la sequía. Protegen celosamente sus hogares de la gente, si alguien se atreve a pisarlos, o bien desaparece, o bien cae gravemente enfermo. Normalmente las samodivas aparecen en primavera y en verano. Les gustan mucho las fiestas, sobre todo Velikden (Domingo de Pascua). Si alguien no celebra las fiestas lo castigan: lo matan o lo dejan ciego.
La lamia es un ser femenino con forma de enorme reptil con pies de uñas largas y cabeza de perro con dientes agudos. Su boca es tan grande que puede comerse a una persona o una res. Su cuerpo está cubierto de escamas amarillas. A menudo tiene tres o nueve cabezas iguales. La lamia es tema de muchas canciones y cuentos populares. Vive en el fondo del mar o en bosques deshabitados, para las aguas de los pozos, ríos y lagos, igual que las samodivas. De esta manera obliga la gente a sacrificar a alguien para que se lo coma. A pesar de su horrible forma algunos jóvenes pelean con ella y vencen al cortarle la cabeza.
Los enemigos de las lamias son los zmeiove, jóvenes seres masculinos con cara humana, con cola y alas bajo las axilas. La parte de abajo de su cuerpo está cubierta con escamas brillantes como el oro. Habitan cuevas y bosques vírgenes. Nombres como La cueva del Zmei, El pozo del Zmei, etc. son frecuentes en Bulgaria. Los zmeiove se alimentan principalmente de leche, comen mucho pan blanco y beben vino espeso. Son amigables con la gente.
Las orisnitsi (las Horas) son tres seres femeninos que van siempre juntas por el mundo, visitan las casas con niños recién nacidos y marcan su destino. Eso pasa la tercera noche después de su nacimiento. Su casa está al final del mundo al lado del sol. La forma de la orisnitsa no está tipificada en las creencias populares. A menudo se las imaginan con los ojos negros, delgadas y altas. Una parece tener 18 años, la segunda entre 25 y 30, y la última entre 30 y 35. Llevan el traje local más bonito. Por su naturaleza las orisnisi son una consecuencia de la cultura matriarcal.
Las enfermedades se consideraban seres demoníacos enviados por el dios para castigar a la gente por sus pecados. Su número no está definido, pueden ser 7, 12 o 77. Normalmente son seres femeninos, feos, horribles, impuros y harapientos. He aquí algunas de las enfermedades personificadas:
La Peste es una mujer fea, vieja, con el pelo largo y enredado, manos alargadas y huesudas, y con las uñas largas. Vestida con harapos negros. Normalmente la Peste lleva un niño en pañales al que le gusta envolver en lana. Ataca a sus víctimas con flechas. Según la creencia, no viene solo por una persona, sino cuando hay muchos pecadores para matar. A pesar de su fealdad, a la Peste le gustaba la limpieza, era compasiva con los ancianos y viudas y no los mataba. Aceptaba oraciones y ofrendas.
La Varicela es representada como tres hermanas jóvenes que son las únicas enfermedades que no son feas. La hermana mayor se llama edritsa (robusta), la mediana brusnitsa, y la tercera sitnitsa (menuda). Normalmente están contentas, de buen humor. Atacan a los niños que pasan bien la enfermedad. Se enfadan mucho cuando ven hervir agua y sacrificar un animal (gallina, cerdo, pato, etc.) y escaldarlo con agua hirviendo.
El diablo que por su imagen y características es un personaje bíblico. Se representa con una cabeza entre humanan y animal con cuernos, cuerpo peludo con cola, manos y pies con uñas largas. Su arma es un tridente de hierro u otro instrumento para hacer trastadas a la gente.
En el peldaño más bajo de la mitología popular está las brujas. Se pensaba que eran mujeres determinadas de la ladea que se habían convertido en seres semidemoníacos por haberse relacionado con espíritus, y que practicaban sobre todo la magia negra. Las brujas por las autoridades eclesiásticas.
La creencia en las brujas es muy antigua entre los búlgaros. En el mundo mítico de los búlgaros hay todavía más seres extraordinarios. Asustan a la gente y dan explicación a las desgracias con sus actos.